1º GRADO "A" y "B"
¡¡¡HOLA CHICOS!!!
EN LA HORA DE BIBLIOTECA ESTA SEMANA ESCUCHARON UN CUENTO MUY DIVERTIDO...
¿ALGUNA VEZ QUISIERON HACER UN LINDO REGALO Y SORPRENDER A ALGUIEN QUE QUIEREN MUCHO?
ESTA ES LA HISTORIA DE GUGUK...LES COMPARTO EL ENLACE:
UN REGALO DELICIOSO. ALBERTO PEZ
TAMBIÉN LES DEJO UNAS PALABRAS DEL AUTOR QUE ME PARECIERON INTERESANTES PARA CONOCER SOBRE SU VIDA:
“Los dibujantes somos como chicos de 5 años que no crecemos, el juego lo hacemos carne y profesión, entonces se puede decir que dibujé toda mi vida”, dice. Casi pisando los 50 años de edad, Luis Alberto “Pez” Quiroga se sumerge todavía imaginariamente en Tecitos de Lágrimas de Dragón y estudia La Vida Secreta de las Pulgas de vez en cuando, creando mundos fantásticos con palabras y con trazos de acuarela. Con nostalgia, eligió vivir en Victoria, cerca de Tigre, para no extrañar tanto la tranquilidad de su San Juan natal.
En Buenos Aires, Pez vive del arte como ilustrador y autor de libros infantiles para grandes editoriales; dibujante de story boards de videoclips como el que hizo para Roger Waters, y de megafilms extranjeros como Highlander II o nacionales como Tango Feroz, Cenizas del Paraíso Y Vidas Privadas; diseñador de producción y vestuario para importantes shows como los del Parque de la Costa; y docente.
“Nací de sopetón. Mi viejo tuvo un accidente cuando estaba mi vieja embarazada, entonces estábamos los tres en el hospital, mi mamá en estado de shock internada y yo en una incubadora. Crecí muy pegado a ella”, cuenta Luis Alberto. Pese a que se crió sin padre tuvo una infancia feliz en Trinidad. En el Colegio Don Bosco hizo amigos que aún conserva y visita cada vez que puede venir a San Juan. Después estudió Ciencias de la Comunicación, pero no le cerraba la carrera.
“Nunca estudié arte, dibujaba, jugaba a la pelota y de vez en cuando estudiaba. Pasa que me reconocían, de chico era el encargado de dibujar en el pizarrón motivos propios, la pasaba muy bien”, dice Luis Alberto.
Empezó en una agencia de publicidad y un día logró irse a Buenos Aires, una idea que venía pensando hace rato. “Yo quería hacer cómics. En 1987 fue un momento muy interesante porque vino a San Juan un amigo de mi tío que vendía libros y me dijo que en una revista que se llamaba Cosmi-k necesitaban gente y empecé a trabajar ahí. Empecé a recorrer editoriales con la carpeta debajo del brazo y enganché con la revista Fierro, empecé a hacer tapitas en una sección especial que se llama Óxido, de ahí salieron un montón de dibujantes interesantes”, cuenta.
Luis Alberto trabajó luego en varias editoriales, en lo que recuerda como épocas duras, le costaba mucho pagar un alquiler pero no quería volver y sentir el peso del fracaso. “Los ’80 fueron terribles, pesqué la primera época de Alfonsín, una vuelta tuve que vender una colección de discos de Black Sabbath en Parque Avellaneda para poder vivir”, dice.
Con cada trazo fue forjando un nombre y un estilo que varía según el contexto de cada obra. “Le vas robando cosas a ilustradores que te gustan, mi vieja tenía apiladas en el gallinero unas revistas de la colección Vosotras y en la última página publicaban una historieta, y quedaba fascinado. Con las Billiken también, con Salinas, con Lucho Olivera, cosas de Disney, aprendí a disfrutar de todo”, explica.
Hoy Pez nada en un estanque multifacético, que le depara mucha felicidad. Tiene un estudio que se llama Lo Chabone que ofrece servicios de ilustración y animación, con el que también trabaja en cine haciendo story boards. En los últimos años se volcó a la escritura de textos infantiles. Entre sus libros como autor figuran Tecitos de Lágrimas de Dragón, El Microscopio de Nicolás, Ba-Bau se ha perdido, La vida secreta de las pulgas, Chiquita, El señor Tormenta, La jungla en casa, Hotel Candelabro y Lisandro pasea peces, todos con ilustraciones de Roberto Cubillas, a quien Luis Alberto admira y con el que comparte una buena amistad.
“Escribir es un aprendizaje. Llegó un momento que vi tanto dibujo para los demás y yo tenía algunas ideas, sentía que podía hacer las cosas y el resto fue aprender. Ahora estoy haciendo una novelita para niños más grandes, de 11 años en adelante”, dice. “No sé si hay receta, uno dibuja y escribe para uno mismo, yo dudo de que tenga más de 5 ó 6 años, soy un tipo de 48 que me quedé en la infancia y todo lo que haga va en función de eso”, agrega.
“Hoy es tan fácil el acceso a la imagen, con el cine en 3D y esas cosas, pero es muy interesante cuando son chiquitos, porque lo que está dibujado en el papel todavía es mágico, el hecho de tocar el libro como objeto, y vivir esa experiencia con ellos me gusta mucho. Yo hago visitas a colegios o me invitan a ferias y yo ahí charlo con ellos, les llevo originales y hacia el final hacemos un sorteo y se lo quedan, es un momento que lo paso bárbaro porque saben valorarlo”, dice Pez.
Y remata: “¿Cuántos dibujos habré hecho? No tengo idea, es como si un albañil se pusiera a contar los ladrillos de sus obras”.
Textual:
“Dibujar y escribir es un tema de las tripas, yo soy un tipo que se cuelga viendo Bob Esponja, todavía soy un chico, primero lo disfrutás vos y a los niños les llega. Los seres pequeños son una población de luz”.
Minibiografía:
-Luis Alberto “Pez” Quiroga
Nació en San Juan el 7 de octubre de 1963.
Es casado, tiene una hija de 20 años.
Eligió “Pez” de muy joven como pseudónimo para participar en un concurso, en honor a un tema de Yes del álbum Fragile que escuchaba mucho por esa época.
Tiene varios tatuajes, una mezcla de tribales, dragoncitos y coyotes y lagartijas mexicanas.
Es amante de los gatos, tiene 6, además de 3 perros. Tiene un blog llamado “pipe, jazz & cats”, porque además ama las pipas y esa música.
Su obra preferida, de las propias, es un libro que escribió para Editorial Atlántida que se llama “Hotel Candelabro”.
EL VIDEO DEL CUENTO:
ESPERO QUE LES GUSTE
¡UN BESO!
VERO
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